jueves, 18 de octubre de 2007

LUZ Y OSCURIDAD... CUÁL CUENTO TE GUSTÓ MAS?

SOMBRAS... Y AHORA ES UNA MÁS
Un día comenzó a verlas, por todas partes, allí donde cruzase la mirada ellas estaban, las sentía, luego comenzó a escucharlas, un murmullo constante que acompañaba su andar. Como espectros del averno estaban a su alrededor, no podía evadirlas por más que corriera y se ocultara al resguardo de la penumbra de la noche, y solo eso veía, sombras sin cuerpo que las proyectasen.
Un día, como deseando escapar, dejó de hablarnos, dejó de comunicarse y se aisló en su hábitat, se recluyó en si y con ellas como tormento. Hasta que se le hicieron familiares, amigas de las cuales ya no pudo prescindir, eran su única compañía, las únicas que comprendían lo que pensaba y sentía, y comenzó a necesitarlas.
Un día, con ese coraje que se tiene en el instante mismo en que el miedo se desvanece, se animó y cruzó una vez más su umbral. Las sombras ya no le murmuraban, se comunicaban fluidamente, y miró sus manos que se deformaban según el entorno, al igual que su cuerpo.
Y ya era una más de ellas.

Cuidado a quién escuchas.

VERSOS EN EL DIARIO
Erase un día que el suave aliento del viento peinaba sus cabellos que reflejaban al sol. Se preguntaba si estos verso que dejaba la tinta del bolígrafo en su diario quedarían en la posteridad, sobreviviendo a lo largo del tiempo y a su propia existencia. Igual escribía, leía y reescribía. Se decía a si que nadie puede escribir sin haber leído antes. Encontraba sus influencias en su poesía e intentaba plasmarle su propia identidad.
Cuál sería su musa inspiradora? No lo sabía aún, pero en su corazón latía la delicada y fuerte pasión de trasladar los sentimientos al diario, con furia, con calma, con desdén y con alegría.
Sin saber siquiera si serían leídos comenzó a escribir y continuó. A veces escuchaba que le dictaban, pero no eran voces externas, sabía bien que aquella persona que le dictaba era su pequeño yo, que mantenía sus sueños guardados y resguardados de la contaminación que provocaría que se marchiten cual flor llegada a su madurez, pero que al contacto con él abría esa celda que los contenían y le invadían su alma de luminosidad. Y así escribía.

Y en su diario se refleja su alma con todas sus tonalidades.

3 comentarios:

Leandro DS dijo...

Navegando por varios Blogs de cuentos muy lindos y de todo tipo me pregunté cuál les atraería más. Aquí expongo dos cuentos cortitos a ver que les parece.
Y si les parece un insulto a la literatura también díganmelo :p

Anónimo dijo...

Muy lindo Leo, me quedo con el segundo, no se porque...besos!

Alejo dijo...

yo soy tan oscuro, como (uno - luz)...